¡Hola, corazones rebeldes!
Hoy en Vida de escritora os hablaré de un tema que creo será de gran interés para muchos escritores, especialmente, para los que comienzan su andadura literaria y andan un poco perdidos en este inhóspito mundillo literario. Se trata de algo que muchos ansían, porque es el paso imprescindible para publicar una obra: El contrato editorial.
Me decidí a escribir sobre este asunto a raíz de una conversación con unas compañeras de gremio, y la inspiración vino a mí. Creo que es realmente importante tener claros ciertos conceptos, porque luego vienen los disgustos. Así que, allá vamos.
Primero, pongámonos en contexto, eso que nos gusta tanto a los traductores. Después de mandar numerosos emails con tu manuscrito y tu propuesta editorial, finalmente, recibes una respuesta positiva de una editorial que quiere publicar tu obra. Tú te entusiasmas, das saltos de alegría, porque es un gran triunfo para ti. Y entonces, llega el contrato editorial, que es la propuesta que te hace la editorial y las condiciones que te ofrece para convertir tu manuscrito en libro, y que llegue a los lectores.
Y aquí empieza la aventura. Lo primero de todo, muy importante, MENTE FRÍA. El entusiasmo es mal consejero cuando se trata de negocios, porque tendemos a pasar por alto los detalles relevantes y nos olvidamos de la famosa letra pequeña. Recordad que esto es un negocio, la editorial quiere ganar dinero, no ser tu amiga y salir de parranda contigo. Por eso, debes tener los ojos bien abiertos.
Segundo, y no menos importante, LEE Y COMPRENDE TODO EL CONTENIDO ANTES DE FIRMAR. Parece una tontería decir esto, pero no, no lo es. Ya he conocido muchos casos en los que se firma el contrato y se lee después en profundidad. ¿Y sabes qué sucede después? Que vienen los disgustos, y en muchos casos, acabas metido en batallas legales que podrías haber evitado.
Lee tranquilamente todo y comprueba los datos:
- Fecha, nombres, domicilio, identidad, etc.
- Duración del contrato, si son 5, 7, o 10 años. Ese será el tiempo que tu obra estará con la editorial.
- Porcentaje de regalías, cuándo recibirás informes y pagos. También el porcentaje de regalías en los supuestos de traducciones y adaptaciones.
- El tipo de edición: en algunas editoriales solo publican en formato digital, sin embargo, cabe la posibilidad de que te publiquen en papel o en otros formatos. Todas estas circunstancias deben estar contempladas, con sus respectivos porcentajes de ganancias estipulados.
- Período de tiempo que la editorial tiene para publicar la novela (Ejemplo: Máximo 6 meses desde que recibe el manuscrito. Repito, es un ejemplo, cada editorial tiene sus tiempos). Y por supuesto, el asunto de las correcciones, cuanto tiempo tiene el autor para devolver las galeradas para que la editorial termine el trabajo de edición.
- Cancelación de contrato: período de cancelación, motivos, consecuencias.
Debes tener todos estos datos claros antes de firmar nada, porque se trata de tu trabajo. No estás obligado a firmar, y debes sopesar tus opciones. Si consideras que el contrato es abusivo, se rechaza la oferta y punto, porque existen otras alternativas.
Por otro lado, si te apetece tener el libro en una editorial y no te importa demasiado el asunto regalías y demás, entonces, adelante, pero siempre sabiendo lo que firmas. Y si tienes dudas, pregunta, no te quedes con cuestiones sin resolver.
Respecto a claúsulas y condiciones, no se puede generalizar, porque cada editorial tiene las suyas. Algunos contratos son más ventajosos que otros, pero al final quien decide establecer relación con la editorial es el autor cuando decide aceptar la oferta editorial.
Como conclusión diré que lo importante es que el autor sepa lo que quiere, y lo que le interesa para su obra. No tomemos decisiones a lo loco. Valora, sopesa, y decide lo que más te convenga con la mente fría y las ideas claras.
¡Gracias por leer!